Nothing in the criticism I read about Burgos prepared me for her style:
Esto distingue á las gentes honradas de las que no lo son. La mujer
casada ya no tiene que agradar á nadie, y desde
el día siguiente de la boda la cabellera, lisa y tirante,
se oculta bajo el pañuelo moruno, en vez de
lucir trenzas, flores y rizos, como hacía Dolores.
¡Cualquiera se atrevía á decirle algo! ¡Había
echado unos humos! Como que su Víctor la mimaba
igual que á una niña y no le importaba cuanto
murmurasen. Sus manos, cuidadas y finas, eran
blancas, como harina de flor. En su casa no se acababa
en todo el año el pan de trigo y las cuerdas
de longaniza y de jamones. No tenían que decir de
dónde les venía el dinero; Víctor no trabajaba ni
había salido á Orán, á pesar del acotamiento. Era,
sin duda, el contrabando lo que alimentaba aquel
lujo; y el odio de las vecinas, envidiosas de Dolores,
hallaba con esto ocasión de desatarse. ¡Qué
mujeres, que tuvieran valor de exponer así á su
‘hombre al presidio ó á un balazo por llevar lujo!
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